Cómo cultivar tomates: consejos y herramientas de jardinería

No necesitas mucho espacio para cultivar esta fruta increíblemente versátil.

Mientras prepara un sándwich, ¿alguna vez ha pensado: "¿No sería bueno si pudiera arrancar mis propios tomates de la rama para cortarlos y apilarlos, al estilo Ina Garten ?"

Bueno, el proceso de cultivar tus propios tomates es realmente más fácil de lo que piensas e increíblemente gratificante. Los factores más importantes son la luz solar, el agua y los fertilizantes. El tomate es muy resistente: puede crecer en espacios limitados y, por tanto, es ideal para la jardinería urbana .

No hay mejor momento que ahora para comenzar con plántulas o plantas pequeñas, que puede recoger en el mercado de agricultores o en la tienda de plantas de su localidad, y disfrutar de los frutos, por así decirlo, de su trabajo. Al plantar, espere hasta después de la última helada de la temporada. Si se avecina un clima más fresco, cubra las macetas con sacos de arpillera o tela helada para protegerlas, o llévelas al interior. Los mejores momentos para plantar tomates son temprano en la mañana o al final del día para que las plantas no queden expuestas al sol de inmediato.

Para comenzar, necesitarás macetas o contenedores, mezcla para macetas, plántulas de tomate o plantas pequeñas y algo de fertilizante.

1. Elige un lugar soleado

Elija un lugar que reciba mucho sol (al menos 6 horas, pero lo ideal es más de 8 horas) y esté protegido del viento. Asegúrese de estar atento al sol durante toda la temporada: lo que alguna vez fue un lugar soleado al comienzo de la temporada de crecimiento puede volverse más sombreado a medida que el sol cambia de posición en el cielo.

2. Elige el contenedor adecuado

Cuanto más grande, mejor: lo ideal es un balde de 5 galones por planta, pero una maceta de 1 pie cuadrado también funcionará. Si usa baldes, asegúrese de perforar agujeros en el fondo para que la tierra pueda drenar. Coloque el recipiente en un plato poco profundo que contenga el exceso de agua para que pueda absorberse fácilmente y minimizar el desorden.

3. Una buena tierra es clave

El suelo que elija afectará la salud de sus plantas, así que asegúrese de seleccionar una mezcla para macetas de alta calidad que facilite a las plantas anclar sus raíces. La mezcla debe poder drenar bien para evitar moho o pudrición, pero retener algo de humedad para que beban las raíces.

4. Selecciona tu variedad favorita según el espacio.

Las variedades de tomate más pequeñas crecen mejor en macetas y contenedores. También son los más gratificantes, ya que tienden a producir más tomates, más dulces y de mejor calidad. Además, maduran más rápido para que no tengas que mirar los tomates verdes por mucho tiempo. En general, los tipos de tomates que crecen mejor en macetas son especies determinadas: aquellas que alcanzan un cierto tamaño y luego la planta deja de crecer (las variedades no determinadas siguen creciendo cada vez más).

5. Cómo plantar tomates

Llene cada recipiente hasta la mitad con mezcla para macetas. Luego, coloca una estaca en el suelo para brindar apoyo y evitar dañar las raíces más adelante. Si está utilizando plántulas cultivadas en gránulos de turba, puede colocarlas directamente, con recipiente y todo (esto eventualmente se descompondrá). Si estás usando una planta más grande, afloja suavemente las raíces de tu planta y colócala en el centro del recipiente. Esparza la mezcla para macetas por los lados de la planta, llenando el recipiente hasta 2 pulgadas desde la parte superior. Presione suavemente alrededor de los lados de la planta para asegurarla y eliminar el aire alrededor de las raíces, asegurándose de que la estaca esté paralela a la planta.

6. Cómo regar los tomates

Como regla general, un buen remojo profundo dos o tres veces por semana es mejor que un riego ligero regular. Asegúrate de regar la tierra, no las hojas de las plantas. Además, tenga en cuenta que la tierra empapada y la tierra húmeda no son lo mismo: si la tierra no puede drenar y se empapa, las raíces se pudrirán.

7. Alimenta tu planta con fertilizante

Las plantas de tomate prosperan cuando están bien alimentadas. El nitrógeno hará que sus plantas sean exuberantes y verdes, el fósforo estimula el crecimiento de la fruta y el potasio mejora el color y el sabor de la fruta. Elija un fertilizante bajo en nitrógeno y alto en fósforo y potasio, ya que demasiado nitrógeno desalentará la fructificación. Verifique su mezcla para macetas para ver si contiene estos ingredientes y, de lo contrario, seleccione un fertilizante de liberación controlada para agregar a sus macetas al plantar. Deberá seguir alimentando las plantas durante toda la temporada para mantenerlas saludables.

8. Cómo cuidar las plantas en crecimiento.

A medida que sus plantas crezcan, use cordel de jardín para asegurarlas a la estaca que las mantendrá sujetas. Una vez que sus plantas florezcan, puede esperar su primer fruto unos 30 días después. A medida que sus plantas crecen, elimine los laterales (brotes que crecen en forma de V entre el tallo principal y las hojas) para fomentar frutos más grandes y mejores.

9. Esté atento a las enfermedades de las plantas.

El tizón del tomate es la enfermedad más común que afecta a los tomates, especialmente en zonas húmedas, y provoca que las hojas se pudran, se decoloren y colapsen. Para evitarlo, asegúrese de darles a las plantas suficiente espacio para respirar y de mantener las hojas secas. Inspeccione sus plantas con frecuencia: si detecta plagas, retire las hojas afectadas de la planta y deséchelas fuera del sitio para desalentar la propagación de la enfermedad. El aerosol de sulfato de cobre, que puede encontrar en su tienda de plantas local, es una forma eficaz y orgánica de tratar la plaga.

10. Cómo disfrutar los tomates frescos

Mantener el ritmo de la cosecha de tomates puede ser un desafío, así que busque métodos de preparación alternativos en lugar de simplemente disfrutarlos recién cortados de la rama. Los tomates asados ​​a fuego lento son infinitamente útiles: se hacen puré para hacer una salsa para pasta , se mezclan con cuscús , se usan como base para platos de cordero , pescado o pollo al horno, o se congelan y se usan en los meses más fríos para darle un toque veraniego a las comidas de invierno.